"Un no pronunciado con convicción profunda es mucho más importante que un sí dicho para agradar, para ser simpático o, lo que es peor, para eludir problemas que forman parte del camino y que deben ser resueltos".
A veces llego demasiado pronto, me adelanto. Otras veces llego tarde. No me refiero a una cita. Hablo de la vida la mía la de los otros Nunca se me ha dado bien lapuntualidad.