skip to main |
skip to sidebar
Habla la historia de un hombre que daba una palmada cada diez segundos. Uno le pregunta por el motivo de tan extraño proceder. El hombre responde:
"Para espantar los elefantes".
"¿Elefantes? Pero si aquí no hay ninguno".
Replica: "Y pues, ¿ve usted?".
La moraleja de la historia es que rechazar o eludir una situación peligrosa de buenas a primeras parece ser la solución más razonable, pero, por otra parte, también garantiza la permanencia del problema. Fotografía: R.S.L. realizada en su viaje a Laos.

"A veces hay palabras que son pronunciadas para recordar los silencios que esconden..."
"Llega a ser quien eres".
Hay quienes no pueden aflojar sus propias cadenas
y sin embargo pueden liberar a sus amigos.
Debes estar preparado para arder en tu propio fuego:
¿cómo podrías renacer sin haberte convertido en cenizas?.
Friedrich Nietzsche. Así habló Zaratustra.
No quería creerlo pero era cierto...
Había nacido en una familia donde el cariño y el respeto se compraban con dinero...
Y ella, ahora, no lo tenía. Dinero.
Se estaba desprendiendo de él, de ellos...No imaginó que doliera tanto.
Ser consciente. Sufrirlo. Verlo.