sábado, 3 de octubre de 2009

Verlo.


No quería creerlo pero era cierto...
Había nacido en una familia donde el cariño y el respeto se compraban con dinero...

Y ella, ahora, no lo tenía. Dinero.

Se estaba desprendiendo de él, de ellos...

No imaginó que doliera tanto.
Ser consciente. Sufrirlo. Verlo.

3 comentarios:

  1. Hola Ana. Te pido disculpas si mi comentario abrió alguna herida por algo de lo que yo no estoy enterada. Yo leí tu comentario en el blog de V. y lo sentí pleno de cariño y de sentimiento por eso quise conocer tu blog. Sé que hay gente que comenta para que la comenten. No es mi caso. Tengo muchos enlaces y COMENTO EN BLOGS que NO ME COMENTAN (antes de tener blog me gustaba ir por ahí y por allá y leer los "rincones" que iba descubriendo).
    De nuevo mis disculpas.
    Un abrazo.

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  2. JULIA,

    Amor, lo siento, lo siento, lo siento!!
    Tres días hace que me dejaste este comentario y... ME CACHIS!! que mal me sabe no haberme podido pasar antes por aquí.
    Para explicarte.

    Guapa, NO TIENES QUE DISCULPARTE.
    No ha habido motivos!!
    La herida, por lo visto, seguía abierta.
    Si no llega a ser por ti, hubiera acabado infectándose seguro! Así que GRACIAS!!

    Lo que comenté NO tenía que ver contigo.
    De verdad de la buena :)
    Tú sólo me diste pie a ello.
    (te he dado ya las gracias?)
    Además, venir del blog de Volvoreta y ser buena gente es todo uno.

    Y sí, los comentarios que le dejo a Volvo siempre siempre van "rellenos" de cariño y sentimiento.
    He intentado ser borde con ella, no creas!, pero... NO PUEDO!! ;)
    Es de esas personas a las que te comerías a besos.
    Y me da que tú también.

    Te dejo un besazo relleno de luciérnagas.
    Muac!

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